— Usted sabe algo de la provisión del Arzobispado de Toledo, hermano?
— SI; pero no lo diga. Confesando hoy a don Niceto, me ha dicho que se lo reservan a don Marcelino Domingo. Don Niceto irá a la Presidencia de la República, y don Marcelino al Arzobispado. Está ya decidido, hermano.
En esta viñeta, se aborda la preocupación sobre la actitud de los sectores clericales frente a la futura Constitución de la Segunda República:
Los sectores clericales expresan su preocupación ante la inminente Constitución y buscan de manera renuente capitular, intentando rescatar ciertos elementos significativos. Lo que desean preservar no es solo su prestigio, sino lo que llaman «tanques» poderosos, refiriéndose a un Concordato o un Estatuto de la Iglesia. Mientras que los diputados republicanos abogan por la separación Iglesia-Estado y la secularización de los cementerios.
Adicionalmente, el artículo que acompaña la viñeta critica la idea de llegar a acuerdos contractuales con la Iglesia, argumentando que esta no es una entidad política con la capacidad de hacer tales contratos. Y también recuerda que la Iglesia no cumple históricamente con los Concordatos que firma, ya que otorga concesiones transitorias sin la intención de cumplirlas en su totalidad.
Se concluye con la idea de que la situación se mantiene debido a factores políticos, especialmente la influencia de líderes católicos entre los políticos, y se utiliza una anécdota napoleónica para ilustrar la idea de que la Iglesia en España cuenta con un «ejército» numeroso, al que se alude como la clave para mantener su posición de poder.
